jueves, 23 de octubre de 2014

TAL DIA COMO HOY........

Reproducimos otro documento que tiene estrecha relación con nuestra historia, en concreto con aquella que dio origen a nuestra entidad como municipio independiente. Apenas habían trascurrido unos meses desde la segregación de La Puerta de Segura y la Comisión Gestora que se hizo cargo de la responsabilidad de iniciar el gobierno municipal seguía tomando decisiones encaminadas a configurar y estructurar nuestro Ayuntamiento, en este caso sobre fijación de impuestos a diferentes vecinos de aquel tiempo que aquí quedan reflejados. De esa forma reproducimos dentro de la sección "Tal día como hoy...." el acta que refleja los acuerdos tomados el 23 de Octubre de 1933.





Sesión ordinaria del dia 23 de Octubre de 1933

En Puente de Génave, a veintitres de Octubre de mil novecientos treinta y tres y hora de las diez se reunieron en sus Salas Capitulares los señores de la Comisión Gestora, D. Gil Antonio Campayo Martínez y los Vocales D. Eladio Bellón Nares y D. Santiago Idañez Idañez, no asistiendo por ausencia  D. Valentín Amador Herrera y D. Cándido Ortega García, al objeto de celebrar la sesión ordinaria correspondiente, con asistencia de mi el Secretario habilitado.

Abierto el acto públicamente por el Sr Presidente, yo, el secretario de orden del mismo, di lectura al borrador del acta de la sesión anterior que fue aprobada; diose cuenta de la correspondencia oficial de la semana, Boletines y Gacetas, ordenándose su cumplimiento y archivo.

Por el Sr. Presidente, se dio cuenta, que no figurando inscritos en el Repartimiento de utilidades sobre los productos de la tierra obtenidos en este término, don Plácido Bueno Fernández, don Cándido Samblás Martínez, D. Juan Idañez Samblás, D. Priscilo Idañez Samblás, D. Diego Cuadros Caldera, D. Francisco Torres Liñan y D. Patricio Idañez, La Comisión Gestora, por unanimidad acuerda: sean incluidos dichos señores en el repartimiento consignándoles las cuotas de 15 pesetas a cada uno.

Constando a esta alcaldía que D. Manuel Díaz Gómez, maestro nacional, no aparecen incluidos en las listas del repartimiento, y que Dña. Pilar Castillo Parra aparece con un sueldo de 3000 siendo el de 4000 el que disfruta actualmente,  por unanimidad se acordó: incluir en dichas listas de repartimiento al primero con la cuota de 90 pesetas, que le corresponde y rectificar la cuota de Dña. Pilar Castillo Parra asignándole 120 pesetas en vez de 90 que es la que aparece en las mencionadas listas; también se acordó incluir a Dña. Bonifacia Muñoz, con la cuota de 73 pesetas con 95 céntimos, que le corresponde, con arreglo a 1479 pesetas en que han sido valorados los productos por ella obtenidos.

Seguidamente se dio cuenta de la factura presentada por el carpintero D. Miguel Trillo Bayona, por varios muebles hechos a este Ayuntamiento y cuyo importe es de 233 pesetas con 75 céntimos. La Comisión por unanimidad acordó aprobar dicha factura.



Y no habiendo más asuntos que tratar se cerró la sesión.

lunes, 13 de octubre de 2014

UN PEQUEÑO HUECO PARA EL RECUERDO

Reproducimos un artículo que gentilmente nos ha remitido JUAN PERALTA JUÁREZ en el que muestra con detalle y cercanía toda una serie de recuerdos de su niñez en nuestro pueblo, compartiendo diversos momentos con personajes, muy conocidos por todos, que fueron en otro tiempo, por su trabajo y servicio, emblemáticos por lo que pasaron a formar parte de la historia de Puente de Génave.


EN EL MAPA DE MI VIDA.

Por Juan Peralta Juárez.


Mi infancia la pasé en dos pueblos de la Alta Andalucía, la que hace raya con La Mancha y con la Sierra de Alcaraz. Allá, en el valle del río Guadalimar, en las estribaciones de la Sierra de Segura practiqué mis primeros juegos infantiles, corriendo por las calles y plazas de La Puerta de Segura y Puente de Génave y fui a las escuelas de primeras letras.
 

Cuando nos cambiamos a vivir a Puente de Génave, era el año 1952, y mis padres me apuntaron a una escuela que estaba situada en la planta primera de una casa de dos alturas, ubicada en la carretera, junto al Puente Nuevo sobre el río Guadalimar. Allí empecé a estudiar 1º de Primaria, aunque a aquella escuela íbamos los del Primer Grado, o sea, 1º y 2º. El maestro se llamaba Don Enrique, y era un hombre muy capacitado, pero exigente y que recurría con frecuencia a los castigos físicos para imponer el orden en la clase y la aplicación escolar. Recuerdo que casi todos los niños llevábamos una lata con ascuas para combatir el frío que hacía en aquel local, que disponía además de una antigua estufa, que la mayoría de los días no funcionaba bien, provocando densas humaredas, lo que obligaba a abrir los balcones para que saliese el humo, con lo cual el poco calor que había dentro desaparecía y entraba el frío. En aquel tiempo, los niños llevábamos pantalones cortos, lo que era un inconveniente no sólo para combatir el frío sino, lo que era peor, para amortiguar los golpes que nos daba el maestro en las corvas con varas de olivo. El castigo físico era por cualquier motivo: por hablar en clase, por pelearse con el compañero, por no saberse la lección... Recuerdo que nos solía poner en fila, frente a él, para hacernos preguntas, y si no sabíamos contestar perdíamos un puesto en aquella fila y nos daba con la vara en las corvas. Tenía varias varas de distinto grosor: las había que se cimbraban, eran las utilizadas para golpear la parte trasera de las piernas; otras eran más rígidas, solía emplearlas para golpear la palma de la mano.

De aquella escuela pasé a otra, que estaba cerca de la Iglesia. También ocupaba un primer piso. Al frente de ella, Don Pedro, maestro y cura del pueblo.

Eran los primeros días del mes de diciembre, cuando las matanzas de los cerdos estaban en todo su apogeo y se comenzaban los preparativos de la recogida de la aceituna. Aquel día, por la mañana, después de habernos repartido leche en polvo, que guardábamos para nuestras madres, para hacer “cosas de horno”, tocaba historia de España. Nos puso en fila para preguntarnos los nombres de la famosa lista de los Reyes Godos, y junto a mi estaba Gabriel, un zagalón alto y pícaro donde lo hubiese, hermano de Paca, amiga de mi hermana, y ambos hijos del dueño de la fábrica de gaseosas FRANCUSAN (Francisco Cuadros Sánchez), que visitábamos con tanta frecuencia para probar de forma gratis (el peaje de la amistad de sus padres con los míos) los polos y las gaseosas. Gabriel era también el monaguillo, por eso de que el cielo y el infierno son dos caras de la misma moneda. Don Pedro empezó a preguntarnos sobre nombres y hechos de la historia de España, y conforme nos iba preguntando, y se producía un fallo en las respuestas, la bofetada estaba asegurada.
Otro día, él tuvo que salir a atender un oficio religioso, y nos dejó solos en clase, bajo la custodia de Gabriel (era frecuente el que se ausentase bastante de la escuela).  Don Pedro, a pesar de los castigos físicos que usaba con frecuencia, era un buen maestro. Nos solía sacar de paseo los jueves por la tarde. Un día nos llevó hacia Las Agraceas, una aldea de La Puerta de Segura, situada muy cerca de Puente de Génave. Allí, junto a la vía del ferrocarril Baeza-Utiel, jugábamos todos, mientras él, muy aficionado al fútbol, se remangaba la sotana y golpeaba la pelota con la que todos nos entreteníamos.

Con Gabriel, el monaguillo, el Divino, un compañero de juegos mayor que yo, hijo de uno de los dueños de la tienda de Pepe Luna, un edificio regionalista, con azulejos en sus balcones, situado muy cerca del cuartel, y con Gachamiga y el Aceituno descubrí muchos secretos de la pubertad. Con ellos me iba a bañarme a la Terrera, un recodo del río, donde nos desnudábamos y aprendíamos a golpear el agua con las manos o a pescar carpas que sabían a cieno. Otras veces, debajo del puente viejo, un antiguo puente romano, y utilizando una caja de sardinas saladas, intentábamos navegar sobre las aguas rojas de aquel Río Colorado, como lo solía llamar la gente por la gran cantidad de arcilla que arrastraba.


* Juan Peralta Juárez.

Maestro de Educación Primaria y profesor de Historia.

Albacete.

Viví en Puente de Génave dieciséis años (1952-1967).

viernes, 3 de octubre de 2014

PUENTEÑ@S.....FRANCISCO CRISOL GRIMALDOS

Es preciso pasar a considerar que hace unos días, concretamente el 28 de septiembre, este blog cumplió sus dos años de vida. Creemos que se trata de un proyecto plenamente consolidado que aglutina a muchos puenteñ@s que siguen puntualmente sus publicaciones. Queremos agradecer a todos y cada uno de ellos su atención y consideración, pues ellos son nuestra principal motivación en el trabajo y en el desarrollo de contenidos y publicaciones. Muchas gracias a todos.
Una vez dicho esto recuperamos, después de un largo tiempo, la sección de PUENTEÑ@S, sección que llenáis vosotros, estéis en el pueblo o fuera de él, al cumplimentar el cuestionario que aparece en la parte superior derecha de la página principal del blog. Está claro que la intención es simplemente retomar el conocimiento de aquella persona que, por una causa u otra, ha permanecido para muchos invisible en el tiempo. En esta ocasión nos sirve para conocer a otro de nuestros paisanos que, muy a pesar suyo, tuvo que coger el camino de la emigración aunque nunca olvidó a su gente y sus raíces, nos referimos a FRANCISCO CRISOL GRIMALDOS.


DATOS PERSONALES.
Nombre.
Francisco Crisol Grimaldos
Edad.
50 años
Dirección.
Menorca (Baleares)
Profesión/Ocupación.

Año de emigración.
Baleares
Destino.
Menorca
Lugar de residencia actual.
Menorca
Contacto (teléfono/correo electrónico).

Francisco Crisol con sus padres en Menorca
DATOS FAMILIARES.-
Nombre de padres.
Domingo y Felicita
Nombre de hermanos.
Pepe, Isabel y Mª Dolores
Nombre de los abuelos.
Paternos.-
Maternos.-
Referencia familiar (apodo).
El de la Vicaría
Calle/zona del pueblo de residencia familiar.
La Vicaría
Familiares actualmente en el pueblo.
Mi madre


REFERENCIAS PERSONALES.-
Estudios.

Trayectoria profesional/ocupacional.

Aficiones.

Inquietudes/Actividades.

Nombre de amigos/as del pueblo.
Torreño, Aurelio, Rosi, Paquí, Jose, Esteban, Leo, Pototo, etc..
Lugar del pueblo que más te gusta.
La Vicaría.
Mejor recuerdo que tienes del pueblo.
Todo el pueblo es un recuerdo
Que no te gusta del pueblo.

Con qué frecuencia vas al pueblo.
Menos de la que me gustaría
Última vez que estuviste en el pueblo.

Cómo podríamos mejorar el pueblo.
El pueblo siempre está bonito.
Explica algún recuerdo, vivencia o anécdota que hayas vivido en el pueblo.
Son muchas las cosas que podría contar, especialmente las vividas con mis amigos de niñez, sobretodo en el río.