miércoles, 29 de mayo de 2013

San Isidro...en la memoria.

                     Todavía permanece fresco en nuestra memoria el recuerdo de las pasadas fiestas en honor de San Isidro 2013. Es por eso que, desde el blog y siguiendo con la temática festiva, recuperamos unos documentos que hacen referencia a las fiestas en nuestro pueblo, concretamente las de 1992. Se trata del primer escrito que con motivo de las fiestas patronales ofreció al pueblo el alcalde D. David Avilés Pascual y la valoración que se hizo de las mismas, una vez finalizadas, tal y como lo recogió nuestro semanario local.


                                 SALUDA DEL ALCALDE AÑO 1992


            Es este el primer año que, como Alcalde, me dirijo a todos vosotros con motivo de las fiestas de San Isidro; unas fiestas realmente entrañables y con gran poder de convocatoria. La fecha da pie a ello. Es la fiesta de la primavera y a todos nos coge con ganas. Siempre he pensado que habría que felicitar a quien o quienes, en su día, decidieron que San Isidro fuera nuestro patrón. Hemos conocido “San Isidros “ para todos los gustos: desde el sol de Agosto hasta el frío invernal, pasando por los chaparrones que hacen de la carretera un río que parece que , de un momento a otro, se va a llevar por delante las turronerías y todo lo que pille por delante. En esos momentos todos nos refugiamos donde podemos y en seguida, al menor clareo, invadimos nuevamente la calle.

               Con el deseo de agradar a todos hemos programado para este año una serie de actividades que esperamos gusten al público de todas las edades. Más que unas fiestas caras hemos querido hacer unas fiestas alegres, participativas y populares, dirigidas, de forma prioritaria a los niños que son los grandes protagonistas. Para ello hemos preparado juegos, competiciones deportivas, concursos...y hasta “un trenecito” que durante el día 17 recorrerá, con ellos, las calles del pueblo.

            En la portada del programa de fiestas podéis contemplar una esplendida y nueva panorámica con el paseo del río en primer término. Este recinto, con presencia del Sr. Gobernador Civil de la Provincia será inaugurado el día 15 tras la procesión. Al acto todos estáis invitados.

            Solo me resta deciros que estamos trabajando duro desde el Ayuntamiento para que el Puente, nuestro pueblo, pronto llegue a ser ese pueblo prospero y lleno de vida que todos creemos puede ser, y desearos, en mi propio nombre y en el de la Corporación que presido, un feliz San Isidro.



David Avilés Pascual.




 Autor.- Tomás. Molino de Anica



                      SAN ISIDRO   1992.  UN SAN ISIDRO ESPLÉNDIDO


         Se acabó San Isidro. El domingo día 17, con el acto simbólico de los fuegos artificiales se daban por finalizadas las fiestas. Han sido unos días estupendos. Casi todo salió bien, sobre todo el tiempo y  la afluencia de gente de todos los rincones de la Sierra. Esto ha sido destacable. 

        El Puente ha estado, sobre todo el sábado día 16 “a reventar”. Se calcula que en la verbena hubo entre 2000 y 2500 personas. Antes de las tres de la madrugada se había acabado las bebidas y hubo que buscar más apresuradamente. Hasta después de las seis los puestos callejeros y las churrerías eran un hervidero; hasta se acabaron los pollos en alguno de los puestos de pinchos.

         Creemos que hay dos cosas que han sido determinantes para esta afluencia de gente muy superior a la de otros años: la gratuidad de las verbenas y la campaña de publicidad que se hizo de las fiestas en Radio Sierra.

                                 Autor.- Manuel Martínez Samblás

      El día 15 de mayo tuvo lugar la inauguración del kiosko en las márgenes del río Guadalimar, con la asistencia del Sr. Gobernador Civil de la Provincia y todas las autoridades locales. La afluencia de público fue masiva.

         En el lado negativo hay que señalar la escasa participación en las actividades deportivas y culturales; tampoco el espectáculo de los caballos alcanzó el nivel. En los concursos el mejor sin duda fue el de pesca, que contó con elevada participación y espectadores.

           En resumen, unas grandes fiestas. Como ya no se recordaban.
 

martes, 21 de mayo de 2013

SAN ISIDRO 2013 EN IMÁGENES

               Una vez finalizadas las fiestas en honor de San Isidro, queremos, desde el blog, rendir un pequeño homenaje a todos aquellos que con sus fotografías han querido transmitir a través de las redes sociales los instantes vividos durante las fiestas. Hemos hecho una selección dada la imposibilidad de reproducir la gran cantidad de fotografías recopiladas, por lo que se han atendido a criterios de oportunidad, calidad artística, precisión en reflejar un momento de la fiesta y también el criterio de variedad en mostrar la mayor cantidad de actos festivos. Nombramos también a sus autores como pequeño reconocimiento a su interés en difundir las particularidades de nuestras fiestas patronales. No queremos hacer ningún tipo de clasificación pues no es ningún concurso, aunque quién sabe para futuras ocasiones, por lo que su ubicación corresponde a la cronología lógica de la fiesta. Esperemos que las disfrutéis.
 
Autor.-Andrés Martínez Avilés
                                          Autor.-Andrés Martínez Avilés
                                          Autor.-Andrés Martínez Avilés
                                          Autor.-Rocío Samblás García
                                          Autor.-Esteban Cabrera Fernández
                                          Autor.-Esteban Cabrera Fernández
                                          Autor.-Pedro Martínez Martínez
                                          Autor.-Evelia Garrido Rodríguez
    Autor.-Javier Flores Chinchilla
                                Autor.-Inocente Sánchez García
                                Autor.-Alicia Serrano Samblás
                                Autor.-Hugo Pinto Cardoso
                                Autor.-Hugo Pinto Cardoso
                               Autor.-Alicia Serrano Samblás
                               Autor.-Hugo Pinto Cardoso

lunes, 13 de mayo de 2013

También esto. . . es San Isidro !!! 2ª parte


Pregón de las fiestas de San Isidro 2011
por Andrés Llavero Sánchez.

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En la sociedad actual, con una expectativa de vida es cada vez mayor, no podemos dejar de referirnos al lugar, que por derecho, deben ocupar los mayores. No solo les debemos respeto y consideración, es nuestra obligación incentivar su actividad el mayor tiempo posible, tanto física como mentalmente. Son los vigías de nuestras tradiciones, albaceas de nuestra cultura y costumbres más antiguas. Destacar la función que realiza la Escuela de Adultos en este sentido manteniendo más inquietas y activas sus mentes, más ágiles sus corazones.
Llegado el momento en el que las limitaciones sean más importantes, el poder contar con el apoyo de la Unidad de Estancia Diurna es motivo de reconocimiento y gratitud hacia los responsables. El envejecimiento es un proceso natural que requiere ser tratado con respeto y abordado con la mayor dignidad por todos los agentes implicados.
                                                    

Un vecino a destacar, también más perdurable que todos los presentes, es el Sacrificador de Bujalamé. Bujalamé es un cerro próximo a los Llanos de Arriba, junto al río Guadalimar, puede verse desde la carretera, entre el Puente y La Puerta, se conoce también como el cerro de las Torres.
Desconocemos por el momento el topónimo con el que se conocía este lugar en época ibérica. El Sacrificador es una estatuilla de bronce, de unos 15 cm, encontrada por mi madre, Andrea, con 7 años de edad, en 1929; se resistió a desprenderse de ella durante 40 años. Cuando se casó con mi padre, Ruperto, el Sacrificador pasó a ser hijo adoptivo y hermano político de mi hermano Ramón y mío. Hasta los primeros días de 1970 formó parte de la unidad familiar, aunque no llegó a estar empadronado en Puente de Génave, fue cedido al Museo Arqueológico Nacional. Mi madre sufrió una enfermedad tras la separación.
La intermediación con el Museo la inició D. Pedro, el cura párroco de aquel entonces. Tristemente fallecido, de forma repentina, en días previos al viaje a Madrid que habían proyectado para entregar la figura al Museo. Ante esta pérdida, D. Martin Almagro, director del Museo Arqueológico, vino a recoger este bronce catalogado como ÚNICO.
La iconografía ibérica no suele mostrar de forma explícita el ritual del sacrificio. Por eso resulta tan excepcional esta figurilla de bronce. Representa a un varón, héroe o sacerdote, dispuesto a degollar con su cuchillo curvo, afalcatado, el pequeño carnero que se apoya en su rodilla. El personaje va vestido con túnica corta ceñida a la cintura con un cinturón, y peinado con largos mechones ondulantes. La sangre de la víctima fecundará las corrientes del manantial que fluye a los pies del sacrificante, purificará sus aguas. El varón ha introducido en el arroyo una pierna hasta media pantorrilla, el otro pie lo apoya sobre la roca de la orilla. El pequeño bronce es en sí mismo un microcosmos cultural, un símbolo para esta tierra que fue la suya y es ahora la nuestra.
El oppidum o meseta fortificada de Bujalamé es considerado como uno de los más importantes asentamientos ibéricos del Alto Valle del Guadalimar, estamos hablando de unos 400-500 años a.C. Del Sacrificador de Bujalamé, existe una réplica, de tamaño algo mayor del original, en el Centro de Interpretación Segureño de Siles. En los círculos académicos y asociaciones culturales se le tiende a considerar como un referente identificativo de la comarca Sierra de Segura.
Su potencialidad como símbolo comarcal no está aun suficientemente desarrollada, y es parangonable a la Dama de Elche o la Dama de Baza. De nosotros depende convertirlo en nuestro emblema. En el desarrollo de esta idea, si la consideran interesante, sepan las instituciones públicas, asociaciones culturales,… que pueden contar tanto con mi apoyo como con el de mi hermano Ramón.
Arañando la tierra, labrándola, descubrimos los vestigios que en ella dejaron los que nos precedieron. Pero ninguno mejor que este paisaje, una fusión armónica de la acción del hombre con la naturaleza. Aún es posible maravillarse contemplando la belleza de estas tierras, descubriendo con emoción la magnífica obra del hombre en el transcurso de los siglos. Desde el lejano antepasado íbero, hasta el vecino que cuida con esmero sus olivas preparándolas para la próxima campaña.
Todos ellos, toda su industria y laboriosidad, están en los llanos y en los cerros, en las fuentes y en los ríos, en las calles y en las plazas. Y es este paisaje cultural de naturaleza, oficios y tradiciones, el que ha forjado la identidad individual y colectiva de cada ciudadano de este pueblo. Estamos adscritos vitalmente a un espacio geográfico y la consciencia de esa integración nos sigue como una sombra de memoria, nos imprime una especie de marca genética difusa, que condiciona nuestra vida en estos pagos o en los lugares en que hemos sido trasplantados.
Confío mucho en el poder de este fenómeno. El archivo de experiencias y acontecimientos que ha forjado la identidad de Puente Génave, y de sus habitantes, seguirá creciendo y labrando su futuro. Como el Santo que hoy honramos, tenemos alma de labradores, sabemos esculpir con cuidado la belleza de un paisaje que no es para nosotros una estampa, sino el sustento de nuestros hijos.
La conservación del ecosistema no es aquí exigencia de la Ley, es una cuestión de vida. Cuanto nos rodea no está ahí para ser contemplado, sino para ser vivido. Otros se conformarán con “amar” la tierra, nosotros debemos exigirnos “quererla”, usando este verbo poderoso que significa a la vez amar y buscar. Porque nuestra relación con el paisaje debiera ser siempre esa búsqueda que consiga mejorarlo y mejorarnos.
Nuestros mayores sabían querer la tierra que labraban, respetaban su entorno, ellos inventaron lo que ahora se conoce como “Economía Sostenible” en el medio agrario.
En el espacio leemos el tiempo, proyectamos el futuro. Me considero un afortunado de estar hoy aquí, rodeado de buena gente, en mí pueblo. Soy de aquí, de aquí quiero seguir siendo, aquí me crié, aquí me eduqué y aquí quiero siempre volver. Recordaros que si alguna vez me buscáis, no olvidéis buscarme entre las olivas, allí paso muchas horas, bien realizando las labores propias, bien mirándolas en una sombra, en silencio, recordando y recreándome en mis raíces o proyectando mi futuro.
Tras este recorrido sentimental y nostálgico, evocando a quienes nos faltan, quiero animaros a disfrutar y a participar de las Fiestas de San Isidro.
Hemos terminado cosecha. Recogida la aceituna, arregladas las olivas y preparada la tierra, es el momento de celebrarlo.
¡Ahora toca divertirse!.
En este ambiente festivo hay que salir, pasear, compartir, hablar con vecinos, saludar aquellos amigos que vuelven con motivo de las fiestas.
Bailemos, cantemos, celebremos con la mayor intensidad de que seamos capaces el hecho de estar vivos. Son los días grandes de Nuestro Pueblo y como tales los debemos vivir.

¡Viva San Isidro!

viernes, 10 de mayo de 2013

También esto. . ., es San Isidro !!! 1ª parte



 
Pregón de las fiestas de San Isidro 2011
por Andrés Llavero Sánchez.
 
Vecinos de Puente de Génave, visitantes, buenos días a todos. Quiero agradecer a los miembros de la Comisión de Fiestas que hayan pensado en mí para el Pregón de las Fiestas de San Isidro 2011, estoy seguro que este lugar podría haber sido ocupado por otros vecinos con más méritos que yo. Ninguno habría que se sintiera más honrado.
Es un honor ser Pregonero de las Fiestas de mi pueblo. Gracias.
Las personas que me conocen saben que no es la facilidad de palabra una de mis virtudes, limitación oratoria que procuraré compensar con la mejor de las voluntades.
Me llamo Andrés Llavero Sánchez, nací el 17 de Febrero de 1964. Mis primeros llantos pudieron ser escuchados por todos los vecinos del Cortijo de las Ánimas, meses después seguía con el recital en la, ahora, calle Azorín.


Soy hermano de Ramón Llavero Sánchez. Hijo de Ruperto Llavero Cuadros y de Andrea Sánchez Fernández, trabajadores del campo, aceituneros.
Un niño algo tímido, no demasiado buen estudiante, que a veces ayudaba a mis padres en las labores del campo: en el huerto, acarreando, trillando, en la aceituna,…
Fui monaguillo durante bastantes años, me gustaba echar las campanas al vuelo los días de fiesta, sobre todo en San Isidro, cada campana con su nombre, con su sonido propio, hacían más grande aquel día.
San Isidro transcurría entre gigantes y cabezudos, banda de música, cohetes, procesión, cucañas, tiro al plato, los primeros churros de la temporada. Algo de dinerillo para montarnos en caballitos, coches locos y después, más mayores, para poder tomar algunas cervezas e ir a la verbena.
La feria de ganado y las corridas de toros eran una parte fundamental de la Feria, elementos que han ido perdiendo peso paulatinamente.
Estudie EGB en el colegio San Isidro Labrador, hecho que recuerdo gratamente y aprovecho para agradecer el esfuerzo que aquellos maestros realizaron en nuestra educación.
Tras la EGB estudie BUP y COU en el Instituto de Beas. Por aquel entonces no sabía muy bien que quería hacer en la vida, trabajé dos veranos como ayudante de camarero en Menorca, un par de temporadas en la vendimia de La Mancha,… y me fui a estudiar a Granada.
Me diplomé en Enfermería y de enfermero trabajé unos 12 años, entre Granada y Baza. En estos años compaginé el trabajo con los estudios de Medicina y, con posterioridad, realicé la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Actualmente trabajo como Médico de Familia en Huétor Tájar, Granada.
En Granada vivo y allí me casé, con Pilar. Tengo dos hijos, Andrea y Francisco, a quienes intento trasmitir el mismo apego a la tierra que heredé de mis padres, no sé si conseguiré hacerlos aceituneros.

Llega San Isidro y en estos días de fiesta se merecen, cuando menos, unos minutos de recuerdo aquellos que ya no están entre nosotros, van pasando los años y vamos perdiendo amigos, padres, otros familiares,…
A ellos les debemos lo que somos, de ellos heredamos la memoria de esta tierra, el cúmulo de experiencias y acontecimientos que ha conformado nuestra identidad, en ellos debemos pensar y cuanto más pensamos, más existen.
Mi padre, Ruperto Llavero Cuadros, fallecido hace unos meses, con 88 años, trabajador del campo. Nació en Bonache, vivió en los Avileses y en los Cortijos Nuevos hasta que se vinieron al pueblo en 1963. Le tocó vivir años difíciles en su infancia y juventud. Se casó en 1957 con mi madre, Andrea. No perdió el amor a su tierra. Las palabras elogiosas a su pueblo, a sus olivos, entre bromas y chascarrillos, pudieron ser escuchadas hasta sus últimos días, tanto en Granada como en Madrid.
Mi madre, Andrea Sánchez Fernández, nació en Los Llanos en 1922, defensora de nuestra tierra, del olivar, de la riqueza que puede generar, indignada por el bajo precio de los productos del campo, del aceite. Insistía en no abandonar la tierra, en no dejar de cultivarla, en no darse por vencida en los momentos difíciles. Decía “De la oliva es buena hasta la sombra”. Murió hace 4 años.
Con ellos compartí el día a día, me impregné de su personalidad, de su carácter, de su forma de ver la vida, amando y trabajando el campo.
Las personas que nos faltan también deben tener un hueco en las fiestas de San Isidro, un hueco en nuestra memoria, en nuestro corazón, que convierta su recuerdo en alegría.
Llegará el día en que nosotros tampoco estemos, pero aquí permanecerán el pueblo, los cerros, las montañas, los valles, el río, los olivos, los pinares…, quedaran nuestros descendientes y con ellos permanecerán las fiestas de San Isidro.
No quiero entristeceros, deseo transmitiros la idea de que somos huéspedes de Nuestra Tierra, nosotros pasajeros, ella permanente.
El tiempo que nos acoge debemos respetarla, conservarla y si es posible mejorarla, como la mejoraron otros antes que nosotros, conformando el paisaje cultural de nuestra comarca.
Mi padre me repitió multitud de veces: “Este chaparro recuerdo verlo de niño, hace más de 80 años, estaba algo más pequeño, aquí seguirá cuando yo ya no esté e incluso cuando tú no estés…”
Estamos obligados a dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos,… la posibilidad de disfrutar de nuestro entorno natural, de nuestro pueblo, de sus costumbres, de los oficios, de estas fiestas, como lo hacemos nosotros y lo han hecho nuestros padres y nuestros abuelos.
Mi reconocimiento a quienes se esfuerzan en mantener y desarrollar las señas distintivas de nuestra cultura popular, la banda de música, los coros, grupos folclóricos, la asociación de mujeres, las peñas de San Isidro,...
El pueblo ha cambiado. Sin dejar de ser el mismo en que nací, ahora presenta nuevos síntomas de prosperidad; el Hospital, el Bulevar de la Vicaria, la estación de autobuses, las rehabilitaciones de los puentes, la cooperativa “La Vicaría”, en la que las colas son menos interminables que antaño….
Un lugar emblemático de nuestro pueblo, en peligro, es La Fuente Vieja, víctima de las inundaciones y de los trabajos de reconducción del Arroyo de Peñolite. Confío en los esfuerzos de las instituciones para que La Nueva “Fuente Vieja” honre la memoria de la anterior, seña de identidad de nuestro pueblo y un lugar, no solo para llenar el botijo, sino también para tomar el fresco, escuchar el agua, poder hablar con los vecinos, incluso para reflexionar.
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